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Hip hop brasileño asalta Holguín

Joaquín Fernández Moreno / 09-05-2011 11:21 AM Foto: Cortesía ANTIZONA Con las estrellas como techo, pudiera decirse que el pitazo final de las Romerías de Mayo, en el Gabinete Caligari, de Holguín, lo pusieron Andre Zovao, el dj Fabio Acm y Slow, cantante rapero, de la banda de hip hop brasilera ANTIZONA. Provienen de Río de Janeiro, y es la primera de sus Romerías. Hacen hip hop desde 1997, y la noche anterior, desde el aeropuerto, se fueron directamente a una tarima desbordada de público en las cercanías del hotel Pernik, donde se sintieron a sus anchas. Al principio, -declaran- el público estaba un poquito rígido, pero poco a poco fue incorporándose a lo que hacían. “Estaban allí presentes muchos raperos, se sumaron TNT, de Santiago de Cuba, Marcos, de Venezuela. No nos cansamos de improvisar hip hop. Todos los que nos acompañaron, profesionales o no, nos impresionaron, porque son muy buenos, tienen mucho swing”. Volaron de Río a Panamá, y de ahí a La Habana. Después, 12 horas en guagua hasta Holguín. En agosto del año pasado estuvieron en la capital cubana, con la presentación de nueve músicos. Se dividen en varios formatos, uno como banda de hip hop; con otro y un disc-jockey adelantan el rap, aunque en las Romerías optaron por el primero, con temas de interés social, como la violencia contra la mujer, lucha contra las drogas o la necesidad de amor al prójimo. Les resulta muy difícil grabar en su país, no disponen de un patrocinio estatal, el mercado discográfico se encuentra deprimido, la piratería es muy grande. No obstante, mantienen otras ocupaciones paralelas a la música, y luego de cinco discos anteriores, ahora promocionan temas contra la violencia hacia las féminas, de más de 20 raperos, se dejan escuchar en la radio, y lo entregan gratuitamente como contribución a la educación. Su hip hop se basa en creaciones colectivas, expresan inquietudes sociales, algunos van a la Televisión estatal y canales privados, y otros de interés público. Su visita obedece al programa de intercambio artístico entre los Ministerios de Cultura de Cuba y Brasil. Este año les tocó la suerte. Antes de su presentación, en la azotea del Gabinete Caligari, los anteceden los locales Golden Voices; hacen cha cha cha, rumba. Se atreven y reciben el aplauso de los brasileros por sus versiones de La chica de Ipanema y Samba en una sola nota. En una pared lateral, un mural recién pintado por los muchachos del proyecto hondureño Incubarte, quienes forman parte del público, sentado en el piso: “Cuba y Honduras, unidos por el arte”. Minutos antes, los muchachos de ANTIZONA expresan su admiración por la música cubana, - se oye mucho en Brasil, no solo Buena Vista Social Club- la calidad de las cervezas holguineras Bucanero y Cristal, similitudes del verbo y la chispa entre cubanos y brasileños. Saben de Félix B. Caignet y el nacimiento en Cuba de la radio-novela, anticipo de los culebrones televisivos actuales de O Globo. Uno de ellos menciona El derecho de nacer, quiere ver un ring de boxeo. “¿Se puede ir a la Fábrica de cerveza?”. En una esquina, suena una guitarra y una voz se quiebra para cantar el dolor de otros. “Todos somos hermanos”.